Te contaré de qué va esto con una historia.

Incluye novias locas, calzones voladores y malas decisiones.

Había una vez una chica llamada… digamos que se llamaba Nalle. Y tenía una relación con una chica llamada Caro.

Era una relación a distancia (terrible error) y aunque Nalle iba a visitar a Caro cuatro o cinco veces al año, esa cosa tóxica no tenía futuro.

Todos lo sabían. Menos Nalle obviamente porque era estúpida.

Durante una de esas visitas, Caro y Nalle fueron al centro de Guadalajara a comprar algunas cosas.

Todo normal.

De regreso, el celular de Nalle sonó y vio un mensaje de Caro, que estaba sentada junto a ella.

Nalle pensó que era una broma o qué Caro le diría algo lindo por mensaje.

Pero no.

El mensaje decía: “quiero que agarres tus cosas y te vayas de mi casa”.

Nalle se quedó como idiota viendo el mensaje y luego miró a Caro para pedirle una explciación. Pero Caro no le respondió.

Bajaron del camión y caminaron hacia la casa. Caro iba varios metros adelante, así que cuando Nalle entró a la casa de Caro, escuchó cosas cayendo.

Caro había subido a su cuarto y tiraba todas las cosas de Nalle a la terraza del primer piso. Peluches, zapatos, perfumes, libros, calzones…  Todo volaba y se estrellaba en el suelo.

Nalle estaba asustada, pues no era de esa ciudad y no tenía idea de adonde ir si Caro la sacaba. Porque obvio tampoco tenía dinero como para pagar un hotel mientras llegaba el día en que había comprado su vuelo de regreso.

Después de que Caro había tirado sus cosas, Nalle subió muy enojada a enfrentarla. Le dijo que estaba loca y que se iría. Tomó su maleta, recogió lo poco que quedaba en los cajones y salió de la casa.

Nalle se sentó en la acera para pensar qué podía hacer. Caro apareció  y le dijo: “perdón, es que tengo hambre”.

¿Sabes qué hizo Nalle?

La perdonó y pasó otro año y medio de su vida con esa tipa loca. Nalle perdió tres años en una relación sin sentido. Una relación con maltratos.

Moraleja: No seas tan estúpida como Nalle. 

Y sí, yo soy la Nalle de esta historia. La idiota. En ese entonces lo era. 

Ahora me considero alguien que te puede contar muchas historias de lo que no debes hacer.

Por eso estoy aquí y por eso espero que tú te quedes aquí.

Para leer cosas que seguro te servirán. Cosas que sí debes hacer.

Aquí te contaré mis historias y también usaré las tristes historias de amigos y amigas para transmitirte un mensaje: Que todos merecemos un amor bonito.

Te contaré cómo pasé de ser una bruta (metida en pésimas relaciones) a ser totalmente feliz en una relación sana con una mujer maravillosa (en este momento estamos esperando a nuestra primera hija), que me ha impulsado a ser mejor en todos los aspectos.

¿Y quién es esta tipa que te quiere estar escribiendo todos los días?

Soy Nalle Méndez, tengo 35 años y desde los 20 escribo historias LGBT chica x chica. 

Lo que escribo generalmente es romance salpicado por comedia. Me gustan las historias que tienen drama pero no tragedia. 

De eso ya nos han vendido mucho. ¿Lo has notado? Las historias de romance hetero siempre son de: chica inadaptada se enamora de chico popular. Él es un cabrón pero por amor a la chica rara cambia y se quedan juntos.

En cambio las historias LGBT son así: chica lesbiana de closet conoce a otra chica lesbiana de closet. Se miran. Se besan. Las descubren. Las madrean. Les da herpes. Mueren.

Al menos ese tipo de historias abundaban en mis tiempos (dijo la anciana).

Y básicamente por eso escribo. Porque creo que todas merecemos estar con alguien que nos haga mejores. Que nos haga felices.

¿Para quién es esto?

  • Para chicas que aman leer.
  • Para personas a las que no les sangren los ojos por leer sobre el amor entre mujeres.
  • Para personas que quieran algo más que amores tóxicos, vacíos y sin sentido.
  • Para personas que anhelan amor, lealtad y risas. Muchas risas.

Si lo que he escrito aquí te interesa (y quieres pasar un rato agradable leyéndome), solo debes suscribirte a mi comunidad y recibir una cartita coqueta como esta en tu correo electrónico.

Es gratis por cierto.

Todos los días te mandaré: un chisme, una anécdota, una experiencia, una recomendación sobre algo que te ayude en el amor o en algún otro aspecto. 

Espero que tu vida esté llena de amor y diversión. Y espero, con todo mi corazón, que nunca veas volar tus calzones.

Nos leemos dentro.